Y luego nos digan no existe la inferioridad de razas

Trasladas a un negro de cura a una iglesia y se nos vuelve más campanero que los católicos apestólicos que fuesen párrocos del lugar, pero apestólicos todos. Aunque... coloques a un blanco por el Africa de los tantos que allí encontrasen el brillante prosperar de sus carreras (Y en carreras así, ejemplo la suya, todas las de los depredadores, pensaría Einstein cuando dijo aquello del mayor error: "el mayor error de mi carrera" ¿es no haber plagiado a nadie?", y ahora, fíjate lo benévolo del tout planetario con algunas gentes de las que deciden la divina condición, ¿dado que son del patrón más común de la generalidad imbécil cuando se les creyó de la originalidad de los genios?, esos que andan asfixiados en una botella, constreñidos por la realidad pesadilla en que sus semejantes de mezquinas convenciones les encerraran, y ahora el tout planetario está dispuesto a regalarle que también acertó aun cuando no plagió o depredó) y tan brillante prosperar si a expensas de los diamantes rubíes esmeraldas petróleos del Africa, que, ¿y en agradecimiento a los brillantes recibidos?, regadando con su semen, no saber ni tener su propia polla entre sus manitas, a esas jodiesen (aunque es mucho pedir a los que les llueven diamantes y café y oro en polvo, que se adscriban o circunscriban al vicio de Onán y no al de Gengiskán o Atila, todos los violadores que formaron parte siempre de todas las fuerzas armadas, que es mucho aquello de ser fuerza y además estar armada para limitarse a sujetársela entre las manitas, cuando además de vaciar las arcas de los recursos para las arcas nuestras podemos joder, dicen follar, estaría bueno que también, ¿o sí?, puede que sí, también se aplique aquí el lugar común "hacer el amor" por el se folla, aquí alcanzando a plenitud su significado el verbo, follar: lo contrario de parir, dado que esta última acción es alumbrar --cuando claro no se "alumbra", aquí simple y más repugnante que nunca parir, a los productos atila y cía-- y aquella, gracias a los que fabricaron ese verbo y tan por todo lo emplean, todo con él lo degradan, es simple fábrica de muerte tinieblas) repartiendo el sida a cuantas africanas.
Y después se nos diga no existe la inferioridad de razas. ¿Dónde la superioridad?
El negro campanero en la parroquia, que debio volar la tapa de los sesos al blanco depredador-follador y no ayudarle con el último verbo a implantar el sida, quiéranlo o no, por todas las africanas sin recursos de diamantes o machetes con que impedirlo.