Revolución total: Reforma laboral de la Poesis “habitó entre nosotros”, no más “sos poeta, hay que pagarlo”

"Sos poeta: Hay que pagarlo"
Resonó en sus oídos toda su vida,
¿cretinada debida a Cortázar Octavio Paz?,
ellos los que no sólo no pagaran
sino que cobraron bastante más que religiosamente.
El verbo hecho carne tirado, casi cualquier cosa, así entre nosotros,
paga y paga a todos los enterradores, carontes humanos,
cacho cara duras literatos que cobran
y los apreciados lecteurs sus clientes...
¿no suena a la puta y los suyos?,
almas tan putas, jamás puteadas.
Yo, ¡y más por!, realizando otros trabajos de esclavo
no he conocido más que pagar por ello;
todo se me ha vuelto pagos,
lo que te ocurriría,
ingresos cero.

Y esta "reforma laboral" del poeta habitó entre nosotros, Poesa mía,
poesa viva, Poesis no masacrada y menos por dictaduras tan democracias todas,
tan libertad de expresión,
sólo se llevará a cabo con una revolución,
la más sangrante de todas:
la de la embestida definitiva al Dios al Todo
clavándolo contra la tapa de los mismísimos cielos...
A ver qué consejitos das ahora al respecto de pagar el que no cobra
y de que cobre o cobrase sin descanso el que jamás pagó ni la pela el óbolo
al barquero ese, al que aconsejan, de lo más sádicos-cretinos,
no se olvide de cobrar al que dijesen “Sos poeta hay que pagarlo”
además de dedicarle otros epitafios-insulto.

¡Y Pagamos sin descanso:
Hasta nos matan de hambre o en la sala de psicopatología!
Y al barquero de los muertos pagamos
y al usurpa-letras de turno
que te deja caer un “sos poeta y pagas, vaya que pagas,
que para cobrar, mis noveluchas”.

Y vivir de la política ¿se paga?,
evidentemente no pues vives de ello.
¿Paga el ser banquero?
Por lógica, el albañil en el andamio no paga,
aunque tantas veces lo haga con su vida,
pues si no los empresarios no tendrían
en quienes “derrochar” “inversiones” en seguridad laboral.
¿Paga la novelita por escribirse
o se la abonan al autor hasta por adelantado?
¿Paga el cura el decir misa, el Papa su solio,
el militar su rango?
¿Sólo el ser poeta se paga, con la vida, igual que el albañil,
¡peor que el albañil!?
Guapo albañal social necesitado
de que cojamos el espadón del Cid
ubicado de crucifijo en el Valle de los Caídos
y esgrimiéndolo, cual la Tizona más matamoros que jamás se hubo visto,
ni los misiles del Bush,
ni las balas contra las tapias del cementerio
de los fusilamientos madrileños de Franco,
arranquemos al Tout la testuz que aconseja y aconseja
“Sos poeta: hay que pagarlo”.

¡¿Por qué he de pagarlo?!
¿Por qué lo he pagado tan caro?
Pagarlo ¿Con qué?
¿Con qué más?
¿Tal vez de este tajo?