La era de la oscuridad. Por así seremos conocidos en el futuro, aunque quizá los q nos conozcan estarán + en sombras q todos nosotros. La era de la

oscuridad digital
Qué depresión. No sé ni de dónde extraigo la fuerza para ensartar palabra alguna aquí en estos papiros, nunca se fabricaron más estafadores los papeles o sus pastas, no ya meros contenidos, soportes electrónicos digitales, que a lo mucho la fidelidad o garantía de que se conserve frase alguna, a muy genial, ni el plazo, no de una vida, sino de media o menos, te ofrece. ¡Qué horror, apagón de la tele analógica! Eso es lo que sobrevendrá sobre todos los soportes de memoria digital, APAGÓN, de cada ¿de diez en diez años? ¿Y para qué me ocupo yo de guardar nada en discos? ¿Debiera salvar en papeles?
Anda y que se pierda todo. Más de cincuenta años chuleándote la entera organización social por medio de todos los parásitos ejercientes de las culturas en ellas y demás entes ocupados en las restantes profesiones que hacen del mundo esta cueva de ladrones cada vez más estúpidos, tanto como para no dejar ni siquiera memoria de sus crímenes, como sí los faraones y demás genocidas generales reyes; más de cincuenta años, como para que ahora me preocupe el que una de las mayores víctimas de ese GRAN APAGÓN DIGITAL pueda ser una. La era de la oscuridad, estúpida paradoja sociedad de la información, eso es lo que estás produciendo.

Deprime mucho. Pero a la vez sacas de la cara oscura de esa verdá tan negra, el positivo rayo iluminador. Bien es cierto que si no fuera gracias al papel, las convencionales letras, que no la estúpida colección de ceros y unos en que codificamos nuestras frases memorables (¿Y para qué querremos decirlas, para quiénes, mi querida Alejandra, si la era de la oscuridad las engullirá como si no se hubieren jamás pronunciado?) nada de tu voz mi amada poesa rusa me hubiese siquiera rozado con su ala de arcángel, nada de tu voz en letra impresa que hasta movió los cimientos fónicos de la memoria cósmica para traerme la voz que tuvieras pronunciada del arpa de tu propia laringe... Pero ¿para qué quiero este pequeño ruido cósmico presencia de ella en letra impresa, libro muerto que solamente con una pudo realizar ese milagro de brotar viva, como de su propia laringe, la voz que contiene; ¡para qué quiero, incluso, el propio y pequeño milagro de un instante en un tiempo, 5 de diciembre y 2002, enero y 2003, y luego apagón, para mí incluso más penoso que si la era de la oscuridad se hubiese instalado ya! (a mí, a mis escritos les han sucedido unas cuantas edades de ésas)? No. Desde luego que muy otra debe ser la memoria y desde luego que MUY VIVA. Dispositivos vivos capaces ellos mismos de trasferirse de cuerpo en cuerpo, generación de soporte en generación, tal que si nosotros mismos fuésemos capaces de trasmitir el yo que somos a soporte más evolucionado, o en el mismo soporte con la muy lagarta posibilidad de a sí mismo regenerarse.
Muy otra debe ser la memoria y MUY VIVA. Lo gravitomagnético que domina el Cosmos, no ya biomagnético, sino algo más lo primero, partícula de higgs. Ahí confío yo, a ese grado de evolución la Memoria, desde luego ya MUY VIVA, muy con mayúsculas. A ese grado de evolución en el que el soporte donde se guarda y uno mismo que lo guarda no seamos más que uno, que dijo el dios bíblico del "conocer", del coito, o de sí mismo y sus hijos. A ese grado de potencia y exactitud mental donde todo lo que está fuera, está también en ti mismo, o lo que dicen los cuánticos: lo medido y quien lo mide y con lo que, esa trinidad tan loca (fusión que comprendo les resulte en cierto modo repulsiva, pues también a mí si no pienso en Pizarnik o en todo lo que me produzca ternura)
Ahí mi preciosidad, como si desde su carne hermosa, no voz sin ubicación física, débil fantasma.
Por eso sí no me importaría sacrificar todas y cada una de mis posibles frases memorables.
¡ESA GLORIOSA CONDICIÓN EMERGENTE EN EL LÍMITE ÚLTIMO DEL DESARROLLO, COMPRENSIÓN DEL ALMACENAMIENTO DE MEMORIA!
¿Llegará antes la tecnología que el bíos a ese mágico lugar? : He ahí la pregunta.
Un agujero en el muro de la era de la oscuridad analógica, digital.... El cambio de paradigma que supondría pisar el mismo peldaño que Maxwell cuando descubrió el escondite electromagnético de la luz, pero en un brazo espiral o tonalidad más alta, ese silbo que desde luego no fue la Relatividad de Einstein en ninguna de sus versiones, pues ni c es una velocidad, ni la inercia es tan inocente tan incorregible, y nada curva nada aquí en este mundo de ángulos, reflexiones, refracciones, órbitas.