"La rebelión es mirar una rosa hasta pulverizarse los ojos" Alejandra Pizarnik-en esta vida

"Solo veo rosas" Alejandra Pizarnik-más allá de esta vida-

Solo soy pura rebelión, vino a decir... aunque no sola estás

Vos no está sola. Y esta rebelión se hará. Y no desde la soledad. No desde cuatro gatos somos y por eso nos pisotean. ¡Una ola de Rebelión vendrá que tambaleará los cimientos podridos de estas sociedades!






viernes, marzo 30, 2007

Es hastiante y lo que debiera hacer es intentar sacar fuerzas de donde no las tengo para enfrentarme a mis papeles y poner sobre la mesa lo que una

piensa sobre el micro mundo, en vez de que monte una en cólera cada vez que nos enfrentamos a las charlas "divulgativas" para incultos de los supuestos sabios. Es hastiante. Miguel Alcubierre, y dado que una no tiene pases para otras conferencias, ni dinero para pagarse la crecida cantidad por la que te puede salir el ser un realquilado a cualquiera de los infinitos simposios en los que emplean su tiempo pero el dinero de todos los doctores doctorandos y académicos de toda índole, tirémonos al cuello, de lo amor, que de nuestra admiración no se enterarán sus supuestas, lo digo por todas las comentadas por mí, importancias, de este tal Alcubierre y en el único marco que puedo permitirme: la divulgación de la más o menos ciencia punta que admirablemente, ya que único en todo el panorama patrio, y vete a saber si en todo el panorama hispano de a ambos lados del océano, que es de aplaudir lleva a cabo E. Punset y su equipo.
Impulso de distorsión, nos dice E.P. que este sr. Alcubierre llama a un modo de burlar a Einstein, ¡que es burlar a la entera Natura, ya que su suposición de la suprema velocidad c es una ley de la misma, todos los lelos encabezados por el mayor de todos, su "sabio" preferido, o sea el necio entre necios tuerto guiando a la grey de cegatones pedantones o a la inversa, pedantones cegatones ellos a más coloquiales, "equilocualo, cómo divulgo"!; pues a ese modo de burlar, que ¡no por dios denegar como ley y por falsa naturaleza una ley (cual casi todas lo son, leyes, a todos los ámbitos: falsas por naturaleza) como la velocidad de c!, este tal Alcubierre llama "Impulso de distorsión". Que viene a ser por lo que ahí en el divulgativo espacio se describe, algo así como la natación: patada al agua, brazada al agua (o "dar cera, pulir cera") tomado el espacio como la piscina de casa o el océano: Le pego una patada al océano, resto de la piscina que tengo detrás de mis talones, y a la vez estiro la mano y agarro la'güita que tengo delante y así me la acerco o me la impulso. Quizá sea más barata esta descabellez, por muy teórica, ¡la de Alicias en el país de las maravillas, digo de las pesadillas, que se pueden lograr con las matemáticas!, que decir llana y sinceramente: El sr. Einstein era un pestiño y así sus ambas Relatividades, so cacho tuertos pastores de cegatones.
Y lo que yo me pregunto, o le pregunto a este sr. ante su "Impulso": ¿Por qué es algo menos de respetar el espacio, que hasta puedo distorsionarlo, y a saber lo que es el tal ente, ESPACIO, ¡y cómo se lo tomará el que se le distorsione!, que luz, o su... APOSTAMOS A QUE A ESTA VELOCIDAD SE MUEVE? Y digo "apostamos" (algo así como el "distorsionamos" impulso) pues ¿de cuántas sorpresas, agradables a unos, desagradables a los más, no estará capacitada la luz para admirarnos-aterrarnos aun pensemos tan conocido el fantasma de su espectro? Maxwell, ese gran desconocido, del cual hay toda una física cuántica y un jueguecito, tan para tirarse el pisto todos los físicos con su "quien no comprende a este sr. es un pobre desgraciado y dado que nosotros sí, qué listos somos", llamado Relatividad especial, para afirmarnos en ¡Cuán incógnitas sus cuatro ecuaciones, pasadas por Jefimenco o por toda la electrodinámica cuántica o QED, con o sin demostrandum, o por las ideas de todas las cumbrecillas de la física (¡al lado del monte Einstein, dijeron los aladinos o beduinos o babuinos de su Mahoma, dijeron de Cristo otrotanto los mismos monos!) tal que el sr. Wheeler, cuando considera lo electromagnético cual una condición emergente de nuestra poropia casilla de ajedrez o burbuja universo hijo de su puta madre, ni se sabe cuántos parió la muy fértil, desde luego más que la gallina que nos cuenta Alejandra en su cuento del tío Jacinto, la que se quedaba embarazada todos los días a fuerza de gustarle aquello de que le diesen con el rebenque... Idos por ahí.
Continúo luego. No crean que este corte de mangas me despide.

Grupo poético de Sombra & Sombra Dentro de mí con ella que es yo