"La rebelión es mirar una rosa hasta pulverizarse los ojos" Alejandra Pizarnik-en esta vida

"Solo veo rosas" Alejandra Pizarnik-más allá de esta vida-

Solo soy pura rebelión, vino a decir... aunque no sola estás

Vos no está sola. Y esta rebelión se hará. Y no desde la soledad. No desde cuatro gatos somos y por eso nos pisotean. ¡Una ola de Rebelión vendrá que tambaleará los cimientos podridos de estas sociedades!






jueves, febrero 22, 2007

Si hubieses sabido esperarme, esperarte a que aquella niña de azul, desolada en su campo madrileño tanto como tú no queriendo ni ver el muro bonaeren-

se (Sta. Mª de los buenos aires, que tú misma recordabas su entero nombre, como este Madrid: avenida de aguas. Aires agua de ellos, tierra y fuego de nuestros horóscopos, para los cuatro elementos. Elemental querida mía, una arrebatada por un viento demente que arrastró con todo -que escribiste el 28 de julio de 1962 a las 24 horas, me imaginé en una noche del año 2002 (5 de diciembre para ser exactos y la hora aprox. las 24, "Vos no está sola" escribió en el aire una Voz muy lejana, a esa tanta distancia y tan cerca como a mi oído, una Voz mensajera de una luz lila zigzagueando sobre mi pecho introduciéndose en mi boca mi corazón) escribiendo en una habitación vieja, polvorienta, mal iluminada- viento que yo oí rugir en mi sueño del 72 y la casa arrasada donde muere mi vida, grito en él: "¡el viento arrasa la casa donde muere mi vida!"; una arrasada y la otra ahogada por las tan tormentosas avenidas de lágrimas vertidas, lágrimas por verter); si hubieses sabido esperarte a que aquella niña de azul cumpliese los años que tu ahí, succionada por la vieja pared, el viento enfermo ya te había arrebatado todo, arrasado tu casa donde morían tu vida; si te hubieses esperado a cumplir los cincuenta, como una que ya los sobrepasa, y ni siquiera me parece cierto, sobre todo con las "cincuentaitantas experiencias, a más agradable cada una" que los pueblan; si te hubieses esperado....

Hoy no sería éste el portarretrato que figurase a nuestras cabeceras, y al que puede aplicarse, a la parte derecha del mismo aquello que escribieras también en 1962: Había un color lila que humeaba y yo estaba de verde dentro de mis harapos. Y tú me viste llegar, mendiga hedionda enamorada de su sombrero con flores y plumas. Y no te quepa dudas que estoy enamorada de mi "sombrero", al que aplicar se puede la simbología de Freud, o sea de mi más que fálica, vaginal determinación a escupir mi asco sobre todo viento enfermo que reduce a muros ruinosos de Pirovanos la más majestuosa de las vidas, y, con ello, ARRANCA DE LA VIDA LO QUE DEBIÓ SER. Eso que jamás será ya en este mundo? Sí, todavía tengo la capacidad de interrogármelo. ¿No será en este mundo que se rasgue el velo dimensional, que las simetrías físicas se congelen a otro estado de la materia, física ulterior, quizá anterior, lugar al que nuestra ignorancia denomina Más Allá, y califica de espiritual? Claro que será; y para todos definitivamente, aunque hayamos ido desfilando caso por caso, acoso por acoso, COMO EL QUE NOS ACORRALARA A AMBAS, A MÍ EN MI CAMPO MADRILENO, TAN EN RUINAS, A TI CONTRA EL MURO DEL PIROVANO, EN AQUELLOS DESGRACIADOS 1971 1972... Donde empezaron a sentirse los efectos del calentamiento global: Sea por esa ventana que nos encontremos todos, pero todo el planeta Tierra en su conjunto, sin uno que quede para que continúe este circo de masacres, sin una sola especie que quede, ¡sin que siquiera quede el hábitat de la especie, de todas las especies!
Ya no te sobrevolará más la Tierra, la palabra Tierra, como una dinastía de soles.

Grupo poético de Sombra & Sombra Dentro de mí con ella que es yo