Yo no tengo esposa ni tengo marido, y menos los hijos que sirven para presumírselas de padres a cuanto tocino aspira a prolongarse en ellos. ¡Y efec-

tivamente se prolonga! Por desgracia. Para todos; pero también para los hijos.

Ni siquiera tengo sexo: La sociedad me lo castró con la miseria ya desde la adolescencia que ni submundo tuvo en el que desenvolverse, de no tener mundo alguno, pues homosexual en la España franquista, pero me hubiese dado igual que si en cualquier otra democracia, mundo ¿libre? ¿Cuándo mundo libre, dónde? Ni siquiera tuve como los emigrantes mundo al que inmigrar, ni siquiera la Inglaterra rockera de los setenta, pues ¿dónde su libertad sexual, chochos y pollas en el mercado de las flores que por entonces se llevaba?

Y sigo tan asexuada y en mi miseria anclada... ¡En esta España de las oportunidades! Claro, si eres albañil o puta o fregona que de otras partes viene a llenar los cupos de que se anda escaso por aquí ahora en esas especialidades.

Y en mi miseria anclada. Miseria de dinero, desgraciados que me leyeren y sonreírse pudieren. Miseria tuya si esbozas esa sonrisita.

Y asexuada, de no encontrar lugar en el mercado de los genitales. ¡Tampoco es que los tenga yo tan excepcionales... o teratológicos! Es que el mercado do se ofertan demandan coños o pitos es así de uniforme: Coño o pito de la inclinación teratológica, casi todas son enfermas, o imbéciles, común: Persona correctamente instalada en su sociedad no importa la orientación sexual; persona sin otras aspiraciones o identidad que la de esa correcta instalación en su sociedad.

Y asexuada, de a la fuerza te ahorcaron mundo en extinción, especie en extinción, singular identidad en extinción. Como esta tortuga gigante de las Galápagos que hoy veo en un documental a la que llaman "cariñosamente" los ecuatorianos "el solitario Jorge", ¡la única de su especie! que con él morirá...

¡Leo ahora mismo que al fin han logrado el milagro de que se aparee, tras 36 años de intentarlo! Pero al hacerlo con pivita tortuguita de no su especie... La especie seguirá muriendo con él, el último de los suyos. La descendencia que deje, si deja, si al fin le "convencieron" de las bondades del reproducirse con toda una andanada de manipulaciones de más de treinta años, será un híbrido. En eso te aventajo solitario: A mí no me convencieron a tiempo de las bondades del prolongarse en otros para desgracia de todos y de esos otros, "híbridos", que nos hubiesen sucedido. Pero claro, tú eres una lenta tortuga con mucha paciencia de años en los que manejarte para poder llegar a todo sin a nada haber pretendido.
Piano piano se va lontano. Sea sólo para extinguirse.

(¡Y ahora que digo extinguirse, ya que había puesto tan chulo fin, me viene a las mientes otro docu que vi anteayer, y ése sí les insto a que vean, hablando de la extinción, pero de nosotros, esta especie de humanos que se sacudirá el planeta, harto que le dejamos, narrado desde otro animal extinto en plan rechufla -rechifla- de: Vosotros sois los próximos --Léase en tono cantinela la voz del animal extinto haciendo de narrador--)