El asesino en el centro he titulado a este fotograma, el gran jefe del FBI, gran homófobo, dado que un grandísimo maricón pervertido, J.E. Hoover ro-

deado de dos de sus víctimas. Aquí tenemos a otra, la grandísima belleza que fue Marilyn. Y si a los primeros los mató para salvar el culo de la mafia estadounidense, esa de la cual él dijo no existir, mafia que debió compartir tan sucio secreto de su vida degenerada, él el adalid de la moral, vida íntima de hipócrita, a toda seguridad con el ejército EEUU, ambas instituciones, y ambas armadas, y ambas tan ilegales: ejército legalizado y tropas ilegales de pandilleros suburbiales viviendo cual las élites, otros parientes de las "ambas instituciones"; a los primeros los mató para salvar el culo, de que se lo pusieran en una pica pública, de ejército y mafia, a la segunda lo haría por simple misoginia, odio a la grandísima preciosidad que fue Marilyn.
Y creo que fue el asesino, pues cumplió el principal requisito que todos los grandes criminales, genocidas: MURIÓ EN SU CAMA, RODEADO DE LOS SUYOS Y DE SU PODER AUNQUE POR LA VENTANA ASOMEN SUS... HEREDEROS, PUES EN TANTOS CASOS, INCLUSO HITLER, CONTINUADORES DE LAS MISMAS OBRAS AUN PARECIESE QUE NO. Ni siquiera el otro grandísimo delincuente que fue Nixon alcanzó a destituirle, rebajarle públicamente, aunque fuese de ese modo, de su condición. Desde luego la superpolicía por él representada miró para otro sitio, además de colaborar mediante otros agentes magnicidas, cuando asesinaron a ambos hermanos. ¡Y después ese escupitajo esparcido por las calaveras de sus víctimas, los dos hermanos, aún éstas calientas, y sigue rodando la sucia bola todavía por nuestros días, interés que le tiene a la organización mafiosa conocida por FBI, de hacer sospechar como posibles matarifes de la hermosura que fue Marilyn a ambos!
A Marilyn mandaría matarla POR SIMPLE MISOGINIA, ENVIDIA, YA DIJE, alegando ante los matarifes de sus colaboradores "razones de estado", algo parecido a lo sucedido más recientemente con Lady D. en la otra "reunión", esta vez de "reinos", no "estados".

Un solo asesino despeja la incógnita de tres asesinatos. Y no voy ni siquiera a interrogármelo, como ese es mi vicio. No puedo dar a ese perseguidor de homosexuales, grandísimo pero sucio maricón él mismo, ni el más mínimo beneficio de la duda; aunque yo no le introduzco inyección letal ninguna por mis acusaciones, ni le siento, a buenas horas sería, en silla eléctrica alguna, cosa que sí hacen a tantos inocentes en el primer país del mundo donde el crimen no paga, pues paga, y a los inocentes se les liquida, pues no tienen seguro que les cubra ni doctor en medicina, ni abogado.
¡Aunque solucionemos otro de los históricos asesinatos jamás despejados y también ocurrido en el reinado de este... ni adjetivo tiene: El de Martin Luther King, todos en la década de los sesenta del pasado siglo!
Un solo asesino, aunque él no disparó que para ello están los más despreciables sicarios al servicio de todas estos "grandes personajes" también, ¡y por supuesto, ellos los primeros!, "históricos", despeja la incógnita DE CUATRO ASESINATOS.