"La rebelión es mirar una rosa hasta pulverizarse los ojos" Alejandra Pizarnik-en esta vida

"Solo veo rosas" Alejandra Pizarnik-más allá de esta vida-

Solo soy pura rebelión, vino a decir... aunque no sola estás

Vos no está sola. Y esta rebelión se hará. Y no desde la soledad. No desde cuatro gatos somos y por eso nos pisotean. ¡Una ola de Rebelión vendrá que tambaleará los cimientos podridos de estas sociedades!






viernes, diciembre 19, 2008

El niño perdido y hallado en el templo de la representación donde intimida no indigna hasta el nombre mal pronunciado

Como un niño asustado entre lo vocinglero,
como un niño perdido.
¿Te asustaste?, ¿me asustas?, ¿me...?
desprecio, no temo, no temor.
¿Desconcierto de tímidos?
¿Más aberraciones?

Como un niño asustado entre todo lo sin valor
que ni aciertan a decir su nombre de forma correcta
y él se da por llamado.
Me desarmas, rechazas,
de no saber si estar aquí es por la curiosidad,
por las ganas de gritar algo;
¡por las ganas de oír algo, coño,
que cuán gritan estos malditos
y en terminando esta carta...!
nadie pagará caro nada,
pues nadie paga caro casi nunca:
ellos son muy ahorrativos,
sus papás ya les hicieron al plan de pensiones
aun desde las barrigas de sus mamás.

¿Y qué es esto?
Siento que, como siempre,
nada se me parece,
en nada me veo.
¿Qué verdades se dirán aquí,
si ni del barquero Caronte,
cuando ni las del barquero?

¿Algo hermoso se dirá aquí,
donde hasta los niños empalidecen de desconcierto
y se sienten llamados aun ni digan sus nombres
con la exacta precisión con que todo nombre debiera siempre pronunciarse?

¿Y qué es esto?
¿Qué se me perdió aquí?,
mi pobre madre sola
la que si sabe pronunciar mi nombre,
tu madre niño solo que sí sabrá llamarte sin que te asustes,
sin que se te ofenda gratuitamente
confundiendo tu NOMBRE ÚNICO con el de cualquiera
que ni existencia tiene.

¿Y qué hago yo sola?
Siempre sola,
sin el apoyo de nadie nunca,
¡por favor!: que no sea vocinglero.
Dejemos esas risazas y algarabías
perdidas en el metro de nuestra adolescencia
cuando con aquella amiga querida risas y chistes nos era todo.
¡Qué historias inventábamos!
No estas de los niños de ahora
que viajan únicamente en el auto de la soberbia y el adocenamiento
al que les subió papá, con tanta destreza Pancho López,
como al plan de pensiones,
pequeño pero matón,
pequeño, pero también se mata,
no únicamente a otros, por las carreteras de sus velocípedas vidas.

¿Y qué hago yo sola?
¿Quién me conoce?
¿A quién se puede conocer aquí, así,
en sitio alguno?
¿Y por qué escribimos,
si tan no merece la pena,
en parte alguna, formato alguno,
menos aquí que no cobras,
menos en ningún lado?,
pues ¿quién te dejaría libertad de expresión
que sólo existes si te avala el dinero
o las cómodas pandas de los vocingleros?,
nunca habrá sitio para lo mejor
si el adocenamiento del plan de pensiones es lo que impera.

¿Qué haces niño grande que hasta das lástima tú
y hace sólo un instante te miraba con ira?
No tienes sitio tú tampoco por más que te adocenes
y aceptes tu nombre desvirtuado, que es mejor que ignorado...
¡¿Qué es mejor?!
Lo dudo.

-Yo no existo. Dijo el fantasma
según todos pasaban a través de su tela.
Pero ¿existes tú cine mudo,
que ha de compensar a gritos su ausencia de guión?
-No existen. Dijo el fantasma
cerrando la puerta del local de la representación.

¿Y habrá otro año en el que se represente?
¿O el teatro de todos los teatros habrá cerrado ya sus puertas?

Grupo poético de Sombra & Sombra Dentro de mí con ella que es yo