yo y mis alternativas de las que carezco

A no ser la de aquellas dos que se arrojaran desde el piso cuarentaitantos de una de las Twin, tomadas de la mano que una radiografía de ese instante hubiese testimoniado sólo haber una.

O las llamas del infierno de emular sin plagios la página que escribiríamos juntas, pues escribiríamos la misma; o seguir arrojándome a este vacío de la escritura sin perspectivas.

Todas mis páginas por una sola: La tuya, la que escribiríamos juntas de tan ser la misma que una radiografía hecha de ellas, ella, sólo declararía que allí hay una.

No tengo alternativas y sin embargo estoy aquí alternando como si me tratara de alguno de los tantos que de tanto sobrevivir o no tener que tomar opción alguna por llamas del infierno saltos al vacío, se olvidan que están aquí de paso, bastante más de paso que los, LAS, que saltan al vacío.

Olvidado el mesianismo que señalará el cráneo de tu adolescencia, sólo por el placer sádico que alguna entidad extratérrea obtendría viéndole machacado entre dos piedras, la del "me has abandonado" contra la de la granítica realidad; olvidando el mesianismo del cerebro disgregándose de tal modo aun antes de ser acogido por la madrastra tierra....

Y hay quienes viven como un alborozo eso de sentirse llamados a no se sabe qué fama. Puede que mejor sea el haberla desconocido siempre, no saber qué te llamaba y sin embargo encontrarse con el boleto premiado de cualquier cima conquistada sin demasiado esfuerzo dado que la circunstancia te traslada a hombros de gigantes anónimos que ahí te encumbran.

Si yo soy tu norte querido amigo, a menudo norte miras. Te felicito por cumplir tu parte del reto; y perfectamente sabes que lo mío es tuyo, puedes tomar esa página como de tu propiedad, e igual las restantes quince; otros lo hacen y sin mi permiso, bueno estaría que no pudieses tú. Hemos de lamentar sin embargo que no podamos sernos de mucha ayuda, si sobre el cuello de ambos caerá la misma cuchilla no en tiempos tan diferentes. Tú cruzarás esa rayuela (Y tengo que decir de la tuya, rayonazo o plumetón, lo que tú expresaste con tanto alborozo de la mía: ¡Oley Oley Oley Olé! Perdóname, pero no tengo el noema, el edema, o lo que fuere, del ánimo para muchas exclamaciones, que pasa cuando te sientes estafado por cuanto existe. De la peor estafa, esa que compartiré con tantos otros en otro plano de vida, no creo que en éste, donde todos los que la padecen ahora como nosotros, se encuentran bastante más sin voz, sin perspectivas, que incluso nosotros dos, y ya es decir.

Y prometí que esta entrada iba a realizarla para reírme. La cerraré, para ver si cuando abra otra, lo hago a carcajada limpia.
¿Para qué preguntarse o interesarse por el corazón de la Poesis como en la entrada de abajo?
Sabemos que duerme y se imagina bella
y hasta sueña con los príncipes...
Tanto sueña con ellos,
que hasta acude a sus salones literarios
y no por el despertar de un beso,
sino por el continuar bien dormidita
para que todas las ranas le sigan pareciendo ejemplares de la realeza.

De todos modos sigamos etiquetando con una de nuestras amenazas preferidas: Las por mí pronunciadas, de tanto, no estar amenazada por todo, sino que enterrada por ello.