Debe ser por aquello que yo siempre digo que toda víctima en el fondo tiene algo de masoca. ¿Qué puede conducir (como pienso tantas veces) a un ser a soportar todas las disminuciones morales físicas de que la vida le hace objeto (Por ello ¡qué bien entiendo a Alejandra! Es de lo único que me arrepiento en esta vida: de no haber podido devolver mal por mal en tantas ocasiones como en las que se me hizo, o en su defecto haber partido cual ella hizo, aunque yo bastante antes que ella ya me forzó a lo mismo la circunstancia que yo solita me obligué a soportar ¡y no debí! y de que no debí es muestra estar aquí escribiendo esto en vez de tener mis libros en las librerías y el mundo cultural lamiéndome los pies) qué si no el masoquismo? Y también de lo mismo, la existencia de las víctimas o la masoquista condición que te conduce por esos derroteros entregándote siempre a mano desarmada a tantísimos hijoputas, ellos siempre más abundantes, con los que te cruzas, de lo mismo se habla de la naturaleza del dios creador, o de aquello que nos hizo, nosotros mismos, energía creadora, energía de todos en general... y si ya la mayoría de los seres, unos hijoputas, ya ves la condición de esa energía universal.
Por eso escribí estas palabras hace treinta años o más.
En realidad de la podrida energía que somos todos,
ni víctimas ni verdugos debieron, las dos únicas formas de ser el ser "humano" o de presentarse los tales en las sociedades hormigueros o cuadras o lenocinios infestos en que nos revolcamos, ni víctimas ni verdugos debieron jamás existir.
Estas palabras de más de treinta años y que el renegar ahora mismo de ellas, renegar seguro en el mismo momento en que las escribí, no me impedirán trasladar aquí a pesar de que sé que este acto le puede restar tiempo a que algo verdaderamente yo o hermoso pueda intentar salvar... qué ironía, salvar, ¿salvar qué? ¿aquí?
Por ello que da igual todo, nadie reparará Enti, escribamos también las palabras de las que reniego:
Las manos de dios desgarran los atavíos de mi alma,
desnudan mi yo de toda circunstancia
y lo dejan reducido a sí mismo
(Esto ni dios ¡ni hostias!, pienso ahora, bastante imbécil fue una siempre, bastante cándida como para no procurarse máscaras, bastante desamparada, y nuestra natural lucha contra la mentira siempre, esta lucha que se ha cobrado de mi corazón y sistema circulatorio la condena a muerte con la que se me enterrará, también a destiempo a pesar de mis 57 años, Y DE MUY MALA MANERA, hermana mía, Alejandra, aunque vosotras murieseis de 36 años)
Así estarás ante los otros,
como yo quiero porque así te hice
(continuaba el poemita masoca,
un dios hijoputa reafirmando su voluntad criminal,
tal como nos lo presentaron siempre todas las religiones,
por sobre la desgracia de la criatura, pudiera ser o no su obra,
sobre la que defeca su diarreica voluntad)
Cúmplase mi destino, tu voluntad, ante sus ojos
... que yo buscaré de conformar mi espíritu.
¡Ha sucedido, me cago en dios!
¡Vaya que llevo conformando mi espíritu durante más de treinta años de impublicación!
¡Vaya que me han jodido la entera vida durante más de treinta años!
¡¿Y esa era la voluntad del dios hijoputa?!
¡¿Y yo la conformante gilipollas a ese defecársenos desde las alturas?!
...Lo que no imaginaba Alejandra Pizarnik es que llegases a ser tú también una cagada,
una cagada más de los cielos sobre geta de una.
¿Y para qué vamos a suicidarnos, cuando lo que debiera es estar todo muerto?
Vivo para contemplarlo:
Podríamos decir.
Vivo para contemplarlo todo muerto;
pero vamos, antes pasando por su período infernal, fuese la eternidad,
o al menos los mismos cuarenta años durante los cuales se nos atropellase... Y no sólo a una. ¡Cuántas víctimas invisibilizadas del mundo se agarran ahora mismo con sus dedos calavéricos extraídos de la tierra a mis propios talones! .... No sólo tú Pizarnik. Ni siquiera tienes el privilegio de eso.
En mi garganta romperá el alarido de todos los masacrados: Eso sé. De ese chorro de sangre lanzado a las alturas, o sobre las cabezas de la descerebrada humanidad que rige hoy su mundo, este mundo, o rigiese antes, de esos garfios interrogaciones que harán blanco en su carne espíritu arrojados por las cuerdas tensadas a infinito de nuestra laringe. ¡¡¡¿¿¿Por qué???!!!
.... Y no aceptaremos voluntades ninguna, ni humana ni divina, ni la propia voluntad de masoca que nos hiciese víctima o juguete de tanto psicópata sádico descerebrado en la cúspide de la mundanidad y por ello permitiéndose el lujo de ejercer de hijoputa, a toda impunidad como ejerce siempre cuanto delito corrupción torpeza.
A ese ¡¡¿¿Porqué??!! seguramente nada nadie nos responderá. Pero sí nos satisfarán. No tiene otra razón de ser la pregunta que ser un garfio, como dije, dardo lanzado con la infinita tensión de la laringe a hundirse en su blanco con toda la carga de JUSTICIA, justa correspondencia. Es ley física descubierta por Newton y que ni la muerte cancelará.
Sí nos satisfarán.
Cantinela Carmena “No soy de Podemos” “No soy de Podemos”
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Cansa, y mucho, oír de continuo a la sra. Carmena aseverar “No soy de
Podemos” “No soy de Podemos”, como si los que nos consideramos de Podemos,
ya que ay...
Hace 9 años