En apoyo del sr. Punset en las difíciles horas de su salud, y el aplauso más encendido hacia estas palabras. Y en recuerdo de mi hermana asesinada por

(Coloco al margen izdo. del diario las palabras de Punset. Procuraré ir poniendo a la altura del artículo, pero en todo caso ahí estarán)
esta enfermedad con su entera vida por hacer... Debido a todo lo que dice aquí Punset, esa quimioterapia que es más un asesinato que una cura, ESA DIFERENCIA ABISMAL ENTRE LO QUE EL CONOCIMIENTO ALCANZA Y LOS RESULTADOS APLICADOS DE ESE CONOCIMIENTO. Esa descoordinación de todo todos, pues amigo Punset, usté que estuvo en esos medios de poder lo sabrá, sólo importa el éxito, el aplauso, el dinero; de ahí se mide todo. Y ello es luego el sufrimiento multiplicado de las víctimas de ese homicidio de los cielos (al igual que homicidio también es ese empujar los otros humanos a las personas al suicidio) ese homicidio de los cielos que es un cáncer, dios sepulturero, el sepulturero de los cielos, que dijo Alejandra Pizarnik.
No cabe duda alguna al respecto de que sólo la buena vida, la vida hecha, te prepara mejor y a lo que te rodea para afrontar ese evento de la decoherencia de tus átomos, quizá coherencia de tu suma energética que transporte tu espíritu o tu yo de dimensionalidad, de este mundo, al que desconocemos, masa oscura o energía así escapando por ese angosto imposible agujero negro, o de gusano, o como quieran llamar a la puerta de intercomunicación de la masa-energía y sus estados diferentes.... Pero yo, cada vez que recuerdo a mi hermana muerta, se me hace un silencio universal, me trepa la garganta una zarpa, un no sé qué alarido impronunciado, yo que hasta escuché el espíritu de mi padre muriéndose, sujeto a la vida por su fortaleza increíble y el apoyo de máquinas que al final le retiraron, mi padre un superateo, sin asomo de creencia alguna, como sí sus hijas, creencias espirituales no en religión ninguna que él tan bien nos enseñó a "apreciar" en su valor exacto, ese mismo "valor" que hizo de él un ateo convencido; yo que hasta escuché a mi padre muriéndose demandándome telepáticamente, con una voz no suya, una muy otra voz, diciendo "Dejadme ir hacia esa nube de esplendente blanco", él superateo y que tanto miedo le tuvo siempre a la muerte, de amar tanto la vida sería, de no haber herido nunca nada que fuese vida, y él su espíritu hablándome allí en mi cabeza pidiendo la desconexión con esta realidad pues había una luz ¡tan blanca! delante suyo... Y sin embargo mi hermana: universal silencio, oscuridad, pero de este lado, agujero negro que me succionó entera, fuese la muerta por túnel parecido, pero a algo mejor, a otra Vida mejor, estado más puro de la Energía. Yo fui la que quedé clavada a ese silencio perenne de la injusticia que ni todas las palabras que fuesen dichas jamás llenarían, esa oscuridad de la injusticia... Que no todos los cánceres son igual, ni todos los muertos de cáncer tampoco.
¡¿Y esos niños nacidos sólo con el propósito único de que les mate esa misma enfermedad?!
Mucho silencio y tan oscuro
y la zarpa trepando la tráquea
del alarido impronunciado.

Y ni siquiera el consuelo de pulsaba tu cuerpo para que fuera no hiciese el frío de la noche lo oscuro.

No, no es lo mismo el diagnóstico de un cáncer para unos que para otros, no es tampoco idéntica la atención, igual que la justicia no es idéntica para el que con dinero la compra que para el que sin dinero es atropellado por ella; no es lo mismo, desde luego el sr. Punset, y tras oírle estas pala bras, las que enlacé arriba, no lo haría, no me diría es lo mismo, aquí mismamente ya lo dice, el tener que tratarse en España exclusivamente ese cáncer que el salir a Estados Unidos o donde fuese que estuviese el especialista más significado costase el dinero que costase. No es lo mismo, no, tener dinero que no, para tratarte dolencia alguna que ningún buen sentimiento curará sino buenos conocimientos.......

Y ni siquiera el consuelo de pulsaba tu cuerpo para que fuera no hiciese el frío de la noche lo oscuro.