A este tipo (si la curiosidad les puede o no lo identifican por las claras pistas: clic en el título) le convierte en millonario titular un libro a lo

Savonarola, San Bernardino discípulo dilecto de San Bernardo y su quema de cátaros, Falò delle vanità, libro en el cual se hace alegato encendido de la decencia en boca de un juez negro... y a nos, defensa de lo mismo: DECENCIA, nos vertió a hazmerreír internáutico, ¡si es que llegamos a eso!, ¿gloso mi "éxito" si me digo hazmerreír?

Aunque claro, comparaciones odiosas, ¿no querrás ser más que dios, escritorzucho con fama, Luzbelisa, salvadas las distancias insalvables de un nacimiento adecuado en la burguesía cultural y crematística norteamericana y otro en el peor de los Bronx pues ubicado en Madrid?

Y acabado que he de reírme les dejo con algo serio: El Chernóbil Ajenjo estrella del fin, o del tercer ángel y su trompeta apocalíptica, con el cual nos acaban de dar nuevamente la vara en la Cuatro, "Cuarto milenio". Y para vara vayan a las fuentes que al menos rusas http://www.angelfire.com/extreme4/kiddofspeed/spring2007_sp.html y reparten algo de lo que yo escribiese en "Denuncio"
(la mitad más o menos de lo dicho ahí,
martes 2 de diciembre de 2008, aunque escrito con bastantes años de anterioridad) :
Lenin calificó de "opio del pueblo" a las religiones
pensando quizá en el sahumerio
del samovar del pope,
única sustancia aromática alimenticia
en medio de tanto agrio río de cebolla;
mas permitió el "debajo del colchón" del icono
como alcancía primitiva
haciendo las veces de caja fuerte
a los fieles miembros del partido
y su recompensa en lingotes
festejada a lingotazos de vodka.
........)
y eso que no estuve allí, la Rusia de los zares blancos rojos y de los popes ortodoxos u ortodoxos sóviet: "luego el patriarca de la iglesia, un antiguo espía de la KGB, aparece para darles la última bendición" (http://www.elenafilatova.com/)

De "El cementerio en el cementerio", ambos tan abandonados, podría titularse esta foto de Elena Filatova por los ahora campos antes pueblos de Chernóbil donde la vida sigue a pesar de lo radiactiva