Estoy delante de la primera ecuación de Maxwell: "El flujo del campo eléctrico que atraviesa cualquier superficie cerrada es igual a 1/εo

por la carga contenida en el interior de la superficie", como Pauli frente al misterio de la constante Alfa.
Y veo la casi identidad de ambas:
E·ds=(1/ε_o) · Q
e²=(1,006846348ε_o:69,44612405) · (1,006653862hc) Como yo quiero escribir esta constante, ya no constante sino igualdad, constatación de que la carga es igual a ese segundo miembro de la ecuación, ya defina una energía y la permitividad de la misma por el espacio, o una masa y la recíproca de sus voltios.

Y algo enseña esta primera ecuación de Maxwell a la constante alfa, o mi igualdad alfa: Que una energía por su carga masa, no es que sea igual a ningún flujo, eléctrico o no, sino lo que dice la segunda ecuación para el campo magnético..... Cero. Nivelación. Uno y mismo con tu espacio, ser no tan distinto al magnetismo universal que te compone, eso que visto como masa, llaman gravitación. La masa, que es lo que es el segundo paréntesis del 2º miembro de la igualdad, por la ...¿recíproca de una energía o permitividad eléctrica del vacío?, se hace igual a lo que representa la carga: pura energía... ya no átomo que nos represente.

Desde luego, ellos dicen que los protones están llamados a desaparecer, aunque estimen su vida media en algo que excede en una unidad seguida de muchos ceros a la vida del Universo actual, esos quince mil millones de años que dicen (para mí serán sustituidos por una correlación de los mismos, tanto en estas partículas centrales del átomo, como correlación en sus ayudantes de cámara o de construcción de los mismos, átomos, electrones) ; pero lo que está llamado a desaparecer es la forma de presentarse el mundo en el que ahora estamos, una mera estación, aunque tortuosa y degradante, y con ella sus unidades de construcción o átomos. No quiere ello decir que la masa presente en la energía de la carga que comporte, vaya a hacerlo; y ni siquiera lo haya hecho en ningún caso de aquello que hemos dado por muerto o desaparecido, al decir: Evolución del Cosmos, muerte y nacimiento de sus estrellitas, evolución de todo y sus muertes y nacimientos.

Se supone que será, esto que expongo, como el Nirvana de mi amigo Buda: Rota la rueda de las encarnaciones, o vaciada la sala de los espíritus, que diría la Kábala judía, consumido el ciclo de los nacimientos, que los amigos hindúes expresan en sus extensísimas cifras para fechar el mundo, los mundos, y que coinciden tanto con las notaciones de la Cosmología moderna.... Esto es ya otra cosa, pues ha dejado de cambiar.
¿El Un Nuevo Cielo una Nueva Tierra os daré? Pues parece ser que sí. Aunque mucho me temo que no nos la va dar nadie, ni siquiera la nada o nada, sino NOSOTROS MISMOS. Lo hagamos de chiripa, como se llega a todo en ciencia: la bendita casualidad realizando siempre los descubrimientos más que los propios descubridores. Los amigos del CERN, 0 incluso la loca de una, ¿por qué no?, tocando la tecla justa, o la MEDIDA precisa, DE LA CUAL YA NADIE PODRÁ VOLVER ATRÁS LA CUERDA DEL TIEMPO. Pues en primer lugar tiempo es la ilusión de la que nos dotamos para poder medir las energías, o los espacios, vastísimos, profundísimos, que las albergan.

Y estoy muy cansada, o muy decepcionada de todo, empezando por mí misma y mi falta de método, mi imposible, siempre imposible acceso al mismo (mi vida revoltijo, o botijo, porrón, bota, esos tres instrumentos tan españoles para beber, o echarse una cañita de buen vinillo, agua del Lozoya) como para continuar.
Me voy a trincar del botijo o porrón, la bota uso menos, sólo para caminar. Hasta luego.