Este es el acabado del parque de los cientos de millones, cual tantos, y otras dotaciones, no sólo parques, por las que el dinero de Madrid acaba en

los bolsillos de la derecha. Cientos de millones ¡y sin tener que plantar un solo árbol!, ya que éstos fueron, no generosa, pues interesada como todo en esa agrupación, iglesia católica, donación de las monjitas.
Este es el acabado en el que lo dejan tras los cincuenta últimos millones de inversión.
Esta imagen y otras que aportaré.
(Véanse mis otros diarios: "Solo veo rosas 2", "Solo veo rosas 3", "I only see roses II", "Sexo del alma" ) Pero de momento colocamos aquí la foto que completa a la ya puesta, la parte de abajo de este mirador que a solo una fila de árboles, eso sí centenarios, se asoma. Ese hoyo al que para ni tapar alcanzaron los cincuenta millones y con su muro a medio caerse, contémplese la raja de la derecha (precisamente a la derecha) sólo está protegido por una valla de obra que cualquier niño pequeño puede apartar, acaba o empieza en la portezuela de hierro de la 2ª fotografía. Y tras esta puerta negra (no verde cual la tuya y mía Alejandra) depósito de basura. No se sabe la utilidad que le dieran las monjas a semejante pozo tan bien guardado por puerta de hierro, ¿quizá introducir ahí a las niñas díscolas a acatar el modelo machista de sociedades de todo tiempo al que tan bien ellas y otras religiosas en otras confesiones sirven con sus hábitos o túnicas azafranadas o no?