Adivinanza: Un velorio, velatorio, vela a dios y otra al diablo, como todos son histriones hasta el finado, ¿A cuántas lágrimas de cocodrilo tocan?

También puede ser un problema matemático, estilo matemáticas "estéticas" que es en lo que hoy día, desde Einstein acá, se ha convertido toda investigación física, o estilo matemáticas "qué bien me lo paso" para primos adolescentes, o juventudes universitarias, aspirantes a futuros timadores... también universitarios. ¡Pues sí! Esa es toda la diversión o "estética" de esa disciplina: procrear buenas generaciones de sanos timadores. Aunque ¡qué disciplina no?: crear buenas generaciones de sanos timadores. Es lo mismo que decía al principio: como todos son histriones, hasta el finado... ¡Y quiénes en estas putas, quise decir democráticas, sociedades no son histriones? No en vano es la profesión del Tom Cruisse la más valorada, hasta en sus extremos holywoodienses penélopes, bardem, banderas, ¡hasta en esos extremos! Si somos o no somos histriones, esto es, buenos actores cuyas lágrimas de cocodrilo, estilo las que derramara cual Nerón la historia de las dos O.O. (Olga Orozco) en susodicho frasquito neroniano para las lagrimejas, poemita, enturbiando la memoria de la Pizárnik (suena mejor así) para no ser menos que su colega en proso el Cortázar, con leche más que solo, que presumía en poesía de la sin valor o acentuada, a esa histriónica, o para todos los histriones de la tierra pensada hecha, hora de los velorios, de haber querido tirarse lesbianas más que de hacerlo, que él mismo negó; si somos o no somos histriones que siendo nuestras sociedades no otra cosa que una reunión de cacos perpetenecientes a las más diversas profesiones, intelectualoides o no, pasamos por de lo más honrado... Yo menos, dado que aquí muestro mi cara partida, vida a girones, la tendría entera de lo contrario; yo menos.... aunque no me pongáis donde haya después de lo pasado, no me pongáis donde pueda decidir sobre la muerte o vida de todos, todos nosotros.
¡Sí ¡Sí me pongáis ¡Dejémonos por vez primera de histrionadas o velorios ¡Dejémonos de estafadoras matemáticas... hizo dios el mundo!