La aretinada verborrea del solo párrafo estrofa que por aquí, blogs, repite, olla pocha o indigna de tanto pocharse

También la poesía tiene sexo, cosa que no se cansan de recordarnos desde los adanes aretinos del mismísimo génesis pa’cá, mundo de los blogs que pareciese auspiciado por Aretino mismo o su compadre, sexo pringue monotema por más agua de rochás (eau de rochas), el infiernillo diablo, diablillo infierno que siempre se creyó de solo derecho a existir, ¡y sin remordimiento de conciencia a más exterminios que dicte!, pues dónde pondríamos las pollas nuevas o los nuevos coños, si a polla puesta no hay polla muerta ¿y qué importancia tendrán las caras?

Tiene sexo, ¿y por qué no?, la poesía, ¿y a qué nombres distintos, si las caras importan más bien poco?; sexo, que si de homosexual huele, sobre todo si disfrazado de bisex, cosa tan llevable, desde los grandes salones de siglo tan oscuro como el de las luces a los chalés de todas las Moralejas (barrio y conseja) de ahora, pues más atrae, entretiene, todo sea por la expansión de kamasutras tan manoseados siempre de las mismas posturas heterosexuales (… aunque ahora mismo ignoro si las posturas tienen sexo o afección genérica)
Que si de homosexual huele y ponemos unas bragas que en la casa de la autora se deja una compañera y aquella autora la huele y se la pone para restregarse contra ella, pues está sola… ¡Poema habemus! Con todos los méritos de publicaciones y recitales que serán aplaudidos por toda la plana literaria de postín, bi-homo-tri-hetero. ¡Ay Belén Esteban, y nos quejábamos de ella como futura candidata para la presidencia pagada su campaña por Telecinco, ya que auspiciar desde ahí a Berlusconi para presidente de aquí sería de lo más mafiosamente sospechoso! Ay Belén Belén que tus verdulerías nos redimen de tanta toma golpista de la seudopoesía de todo tiempo del sagrado Templo poético por ellos profanado o mutilado andando a la pata coja del pene más que del clítoris… A más bragas que otras bragas nos hagan copartícipes de sus miserias.

Sexo pringue monotema por más agua de rochás. Pringue, pues como del porno: ¿A quién le importa lo que ellos hagan, a quién le importa lo que ellos digan, cada oveja con su pareja en sus intimidades para adentro? ¿Dónde gana la literatura, y ni siquiera la erótica, por contar en perfectos endecasílabos o en entrecortado monosilabeo un restregarse de más que siempre será un de menos, haberse perdido el tiempo precioso de los sentimientos y pensamientos respetables, en tonterías de órganos sexuales para adentro, que siempre andamos en cómo sacar fuera pues así se prospera, y que cada cuales practican a como les apetece y no sé qué sucios retorcimientos pueden llevar a intentar integrarse en las pollas y coños de otros y sus prácticas cuando ni siquiera en sus pensamientos, sentimientos, cuando nada nos produce respeto que esté más allá, cuando ni siquiera el follar mismo nos produce el más mínimo respeto?

Por todo esto contando, que así se me masacró en la red, aquí empecé… Empecé a la cincuentena de mis años, cuando mis cuatro decenios anteriores se los llevó la impublicación, ya que no usé de bragas que exhibir y otros aplaudiesen o apadrinasen, ya que no empecé en el porno llamado literatura o en la difamación bochornosa igualmente llamada, ni en el aprovechamiento o utilización de otros anteriores o posteriores a mí. Empecé a la cincuentena de mis años para que por aquí también se me silencie, ojos que no me vieron pues no les interesó oír. ¡Y eso que se llaman abiertos a todas las tendencias! Sí, como aquello de la libertad de expresión, para los dueños del dinero o la posición social y sus hijos y nietos, todo en familia, familias literarias y amigos y allegados que unos a otros se enchufan, no menos nepotismo que en las televisiones antes tan antimaricas y ahora no verá usté otra cosa, o empleado, presentador, en ellas que los mismos.

Ojos que no me vieron, pues no les interesó oír, o más bien interesa silenciarte VOZ QUE SIGUES DENUNCIANDO QUE TAN CERDOS QUE ERAN ANTES, TAN CERDOS O TAN INEPTOS, TAN INQUISIDORES SE SIGUEN. Voz que no vas con el mundo y por eso te masacran, si cuando a pollas-coños, a pollas-coños endecasílabos o monosílabos entrecortados, o perorata prosa poetoerótica tan monotema. ¿Y a usté le importa lo que ellos digan?, ponen acciones en sus manos palabras en sus bocas a la hora de amar… o lo que sea. Sexo muy pobre, alma paupérrima la necesitada de trasportes otros para trasportarse.

Y amén, que me duele el asco. O nos duele la injusticia monotemática del siempre igual.
¿Y qué quedará de nosotros? ¿Las bragas usadas o calzoncillos que de otros te pones, si no sus clítoris o penes? ¿No quedará la exquisita urgencia del rocío, así sin más, no quedará el sólo ver rosas cuando el alma mía nieva de tanto sangrar, o sangra de tanto estar nevada y esa sí es desfloración cruel (que aquí, en el sexo, cuanto más truculento más adeptos sobre todo si lo vistes de eau de rochas), haber perdido la virginidad de la inocencia que es la fe en los otros a fuer de que te fuercen hasta descoyuntarte, hacer de ti como si no exististe, pues sólo para el monotema ha lugar?

Y que nos duele el asco.
¡Aúpa la degradación! Quise decir, LA INTEGRACIÓN en el sexo de los demás. Algún día follaremos todos a un tiempo sin que alcancemos jamás el orgasmo, buena imagen del infierno, otros quieren que de la excelencia en el follar descerebrados por los orientalistas ying-yang o la viagra; algún día, como jamás supimos pensar unidos, sentir unidos para refuerzo de sentimientos otros, pensamientos de otros. ¿Y entonces ya no necesitaremos novela-seudo-poesía-sedada y su porno intriga o entrecortado monolasibeo, no supimos construir el alma a la que lo sucio-sexual-social no hubiese matado en todas las formas del desaparecer, muerte silenciamiento, o el que mucho hablen de ti no te garantiza estar vivo, no supimos construir el alma cuando sí prostíbulos?
Y es que nos duele el alma del asco, el alma de desear matar todo lo sucio-sexual-social que nos mató y quedó impune. Todo lo sucio-sexual-social cual Heliogábalo imbécil destrozando todas las rosas de su patria para esparcir sus pétalos en lechos de inmundo lenocinio, lo cual al final le sirviera para ser arrastrado por letrinas hasta morir. Así y como debieran ser arrastrados tantos en pago del mal uso, hasta el cambio climático o la desertización, del Jardín en principio de todos ¿y dónde estuvo mi parte?

(Dedicado a los tantos, fuese incluso uno, plagiarios o ignorarios, incluso de la http de este blog neosenmudecidas, que tampoco es tanta proeza. No es proeza la de ellos, plagiarios o ignorarios, mejor ciego aquel al que sus intereses no le dejan ver, que sí proeza la mía por seguir aquí o viva, tozuda me parió mi madre, difícil de matar)