¿Dónde esconder el culo cuando peligra?

Chungo lo tienes si no peligra el culo de todos,
chungo lo tienes si no es el culo de la masa el que peligra,
si no lo puedes disimular ahí.
Chungo lo tienen todos los culos si no peligra el culo de ellos,
los que deciden si ha o no de peligrar tu culo, culo de todos.

Recordando a J.F.K. y la crisis de los misiles de Cuba.
Sólo el peligrarles a ellos los culos nos salvó de la tercera guerra mundial,
sólo el peligrar los gordos culos desde entonces, 1962, ahora,
nos viene salvando de la hecatombe.

¡Qué bueno es que peligren los gordos culos, todos los culos!,
no sólo las cabezas de los chivos expiatorios,
la grasa a engordarles, el ganado al matadero.
Qué bueno que no únicamente judíos, homosexuales, escritores honrados.

Todos los culos. Que peligrasen todos los culos,
que sigan peligrando para que la crisis de 2009
no sea la crisis de 1929;
que peligren las amas de casa, los mandados,
esos obedientes borregos de toda orden sea el peor crimen,
que peligren los adolescentes y los viejos,
los de mediana edad, las clases medias y los acomodados;
los que no tienen donde caerse muertos
ya siempre peligran ellos por sí, su paria estatus,
son los judíos, los homosexuales y los escritores decentes de todo tiempo,
esas minorías a exterminar,
es bueno que uno, o unos cuantos, unos miles, mueran por todos.

Que peligren todos los culos,
que miles de millones de culos no tuviesen más salida que el suicidio...
para que no siempre sean las POESAS RUSAS O ESPAÑOLAS O ARGENTINAS
las convocadas a suicidarse.
¡Que peligrase la entera civilización!
Para que esa cobarde reunión de todos
no salve sus culos a expensas de las mejores cabezas, de las más desvalidas.

Aunque quizá, a la altura que estamos,
ya ni os salve el colectivo miedo, ni el miedo instalado en las alturas.
Quizá haya crisis, no quiero decir que estemos en ellas,
pero están en camino,
crisis de los misiles, de la hambruna, de la injusticia social,
crisis creadas ¡todas creadas! por la torpeza,
esa que siempre supo llegar a todos los puestos y los puentes de mando,
en las que rueden todas las cabezas de todos los culos
y sean esos culos, por fin, que expíen por sí todos los males de sus torpezas
sin cabeza de turco o tapadera de víctima alguna que remedie-oculte,
ponga parche con su sangre o remiendo de tiempo añadido, a sus males.

O sólo en el culo doliente de todos podrás disimular tu dolorido culo.
Mal de muchos.... Ya se dijo, remedio de ellos,
los tontos los torpes, los del pelotón de fusilamiento
que se lo pensarán si lo que han de fusilar es su propio e intransferible culo.